Educación Cristiana Alternativa

Educación es algo muy diferente de lo que usted piensa …

Más importante que la salud

en 27-12-2023

Este artículo se dirige mayormente a aquellas personas que
leyeron mi aviso anterior, y que por ello se sintieron movidos a
orar por mí. Varios de ellos me ofrecieron orar por mi sanidad.
No es que esa petición me parecería demasiado grande. Pero mi
impresión es, desde el inicio, que actualmente no es la voluntad
de Dios sanarme, por lo menos no bajo las circunstancias
actuales.

Mi situación

No quiero prohibir a nadie orar por mi sanidad. Si Dios lo
pone en tu corazón y te da una promesa para ello, hazlo. Pero
sobre todo quiero que sepas que estoy tranquilo y en paz en las
manos de Dios, sea cual sea mi estado de salud, esa no es mi
preocupación.

Estoy convencido de que cada persona – y particularmente cada
cristiano – tiene una tarea de vida encargada por Dios, esté
consciente de ello o no. Y que Dios quita a cada persona de la
tierra cuando la tarea de vida de aquella persona está cumplida.
(Lo cual no es sinónimo con "cumplir determinadas
metas". El profeta Jeremías por ejemplo, según criterios
terrenales era un fracaso total: nadie se convirtió al escuchar
su mensaje. Sin embargo estoy convencido de que él cumplió la
tarea de su vida.)

En cuanto a mí, estoy bastante seguro de que la tarea de mi
vida consiste en:

  • Ayudar a verdaderos seguidores de Jesús a continuar su
    camino, y a entender mejor la palabra de Dios.
  • En los círculos cristianos, propagar una pedagogía
    fundada en principios bíblicos, y adaptada a las
    características y necesidades de los niños. Lo cual
    significaría, en particular, construir alternativas
    educativas que sean diferentes a las escuelas
    institucionales (incluidas las "cristianas"),
    ya que ésas no son ni bíblicas ni adecuadas a las
    necesidades de los niños.
  • Animar a los verdaderos seguidores de Jesús, y ayudarles
    con enseñanza bíblica, a que tengan comunión
    espiritual según el ejemplo de los primeros cristianos.

Actualmente y desafortunadamente, sucede que ya no encuentro a
las personas a quienes se dirigen estas tareas, por lo menos no
en mi propio entorno. Quizás existen todavía unos cuantos
seguidores verdaderos de Jesús, pero si los hay, no se dan a
conocer. Posiblemente su vida espiritual se echó a dormir en las
iglesias institucionales. Hemos intentado varias veces ganar a
unos participantes de iglesias para una comunión espiritual con
nosotros. Sólo un diminuto puñado de personas respondió
positivamente a ello. (Puede ser que con estos "dos o
tres" yo siga teniendo un deber.)

Acerca del punto 2, nunca existió un grupo interesado. Hace
años conocí a un misionero que deseaba formar profesores según
principios bíblicos. Él había buscado más que yo: había
viajado por todo el Perú y visitado a toda escuela evangélica
que existía en aquel tiempo. Le pregunté si alguna de esas
escuelas se dedicaba a elaborar contenidos y materiales de
enseñanza con fundamento bíblico. Él respondió: "No.
Todas enseñan según la perspectiva prescrita por el gobierno, y
usan los materiales del gobierno u otros conformes con ellos. Y
hay una que importa materiales del extranjero."

Últimamente están surgiendo ciertas corrientes de familias
que educan en casa, y que desean aplicar principios bíblicos.
Algunas de ellas desean también usar una pedagogía de acuerdo a
las características y necesidades de los niños. Así que hay
esperanza de que aquí esté surgiendo, aunque no una bien
formada alternativa pedagógica, pero por lo menos un grupo de
familias deseosas de aplicar los mismos principios o similares.
Me queda abierta la pregunta hasta dónde será posible una
colaboración fructífera entre estas familias. Hasta ahora no
llegué a tener conocimiento de algún grupo determinado a
fundamentarse juntos sobre los principios mencionados. Según mi
observación, las familias educadoras suelen ser bastante
individualistas – y en cierta medida hay que serlo para
perseverar en el propósito de educar en casa. Pero por el otro
lado, ese individualismo a menudo dificulta la colaboración
práctica entre familias que tienen 219 diferentes visiones de la
educación.

En breve, con todo lo que sucede, concluyo que estoy llegando
al fin de mis posibilidades, respecto a la tarea de mi vida. Y no
creo que debo hacer cosas que no corresponden a ese llamado. Por
tanto, me parece muy lógico que Dios tenga que quitarme de esta
tierra en breve – aun si algunas personas a mi alrededor no
entienden eso.

Algunos me han dicho que puede haber otras razones para
quedarse en la tierra, p.ej. para disfrutar de la vida. Pero
según las señales de los tiempos y las profecías bíblicas,
los años venideros no serán de la clase de que uno pueda
disfrutar de ellos.

Otros me han dicho que nadie puede saber con seguridad cuál
es su tarea de vida, y cuándo está concluida. Pero ¿acaso no
podemos pedir a Dios que Él nos revele eso? Eso es ciértamente
una petición más fácil que la petición de que me sane de una
enfermedad incurable Yo le he pedido eso, y la respuesta es lo
que he escrito arriba.
Además podemos sacar la conclusión en dirección opuesta: Si
Dios me hace saber, mediante un diagnóstico médico, que Él
planea quitarme de la tierra en un momento no muy lejano,
entonces puedo concluir de ello que la tarea de mi vida está
cercana a su conclusión.

Mis peticiones de oración

Por el otro lado, existe la posibilidad remota de que Dios
despierta a grupos de personas que respondan a las tareas arriba
mencionadas. Si eso sucediera, sería una buena razón para pedir
por la prolongación de mi vida. De ahí mis peticiones de
oración:

  1. Por favor ora conmigo, que Dios conduzca a algunas
    persona a un verdadero arrepentimiento y nuevo
    nacimiento; que experimenten la convicción del pecado
    (Juan 16:8) y lleguen a la fe plena.
  2. Que aquellos que de verdad nacieron de nuevo, despierten
    a una vida entregada a Jesús y siguiendo a Él por
    completo.
  3. Que Dios abra los ojos de Sus verdaderos hijos, para que
    entiendan Su voluntad y principios para la educación. En
    particular, que los padres no sigan permitiendo que sus
    hijos sean adoctrinados en enseñanzas ateas en las
    escuelas. Igualmente, que no permitan que sus hijos sigan
    siendo maltratados y confundidos en el nombre de una mal
    concebida "educación".
  4. Que los nacidos de nuevo busquen y practiquen también
    nuevamente la comunión espiritual en el sentido de
    Hechos 2:42-47, 1 Cor.14:26, etc.
  5. Que la (relativa) libertad actual siga reinando todavía
    algún tiempo más, para poder obrar en el sentido de los
    puntos mencionados.

Pienso que las cosas mencionadas son algo de lo más
importante que podemos pedir a Dios en el tiempo presente. De
todos modos, más importante que mi bienestar personal. Por
tanto, te agradezco si tú también puedes orar en este sentido.


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